DeltaPunt está ejecutando para CERTIS el derribo de recinto industrial de las antiguas instalaciones de…

Normas de seguridad en demolición de edificios
La escasez de suelo edificable en grandes ciudades hace más necesaria que nunca la demolición de edificios antiguos. Se entiende por demolición toda actividad destinada a deshacer una construcción, ya sea en su totalidad o parcialmente. Estos trabajos son considerados de alto riesgo, lo que implica que deben ser afrontados por parte de empresas especializadas.
Además de ello, se hace imprescindible elaborar una serie de normas preventivas a fin de garantizar la seguridad frente a potenciales situaciones de riesgo, presentes en todo derribo de edificaciones. A tal fin, debemos contratar los servicios de una Dirección Técnica que evalúe las estructuras a demoler y especifique después las convenientes normas.
Principales riesgos en las tareas de demolición
Los más recurrentes son:
– Desplomes no controlados.
– Caídas desde las alturas.
– Caídas de objetos.
– Proyecciones.
– Golpes y cortes con materiales, herramientas y otros objetos.
Normas básicas de seguridad para la demolición de edificios
El derribo debe realizarse inversamente, es decir, desde la cubierta hacia abajo y procurando la horizontalidad. Antes de los trabajos, se precisa proceder al reconocimiento de las estructuras y edificios anexos que puedan resultar afectados, para inmediatamente después adoptar medidas de apuntalamiento, apeos y colocación de testigos. A su vez, deberán sanearse las zonas en las que exista riesgo de desplome no controlado.
Todo elemento susceptible de desprendimiento, sobre todo, los elementos en voladizo, han de ser apeados para garantizar su estabilidad.
El perímetro de la obra debe ser acotado mediante vallado u otros sistemas. Siempre que sea necesario, se recurrirá a lonas para las fachadas en las zonas a demoler y mientras se desarrollan estos trabajos se impedirá acceder a los tajos haciendo uso de señalizaciones, a excepción de las zonas protegidas destinadas a tal fin.
Las pasarelas y escaleras a demoler deben mantenerse libres de obstáculos. Si las zonas de trabajo superan los dos metros de altura se debe recurrir a andamios o cinturones de seguridad, cuyos puntos de anclaje se situarán siempre encima de la cabeza de los operarios.
En tareas de derribo de paredes y muros se podrá trabajar sobre ellos, siempre que cuenten con alturas inferiores a los dos metros. Para trabajos entre los dos y cinco metros de altura deben instalarse sistemas de seguridad, así como andamios en el caso de alturas superiores a los seis metros.
Los escombros se evacuarán mediante canaletas o torvas y nunca deben ser amontonados en los bordes de lugares en los que puedan producirse caídas imprevistas.
Los trabajadores deberán equiparse con cascos protectores, botas de punta metálica y guantes de cuero. Además, harán uso de gafas de seguridad para los trabajos en los que se requieran martillos picadores u otras herramientas que generen riesgo de proyección de partículas. Se recomienda contar con un Jefe de equipo para cada seis operarios.